A finales de los ochenta, la empresa vasca Inovac-Rima lanzó un producto al mercado que hizo las delicias de los niños de la época, embriagados por la fiebre de los juguetes transformables. Era la época donde los Transformers tuvieron un papel muy importante en el sector juguetero y las réplicas abundaban como setas.
Precisamente Inovac-Rima se aprovechó de ello y nos obsequió con uno de los juguetes que con más cariño recuerdo, los Numerobots, seguidos a posteriori por sus «primos» Alfarobots. Básicamente consistían en números (o letras) que se transformaban en robots mediante algunos movimientos básicos y muy sencillos. En total había 10 números (del 0 al 9) y las letras del abecedario, un número considerable de robots si querías hacerte con todos, algo que lastraba bastante al coleccionista completista. Para colmo, los colores variaban entre sí, por lo que tú podías tener el número 4 azul y tu primo en blanco…
Estos productos con el tiempo se han ganado el cariño de todos aquellos que alguna vez los tuvimos, aunque las críticas de lo absurdo que era tener un robot que se transformaba en número o letra no dejan de tener razón. A modo de símil, es como si un superhéroe tuviera el poder de convertirse en árbol….algo bastante inútil.
Pero el caso es que a mi me encantaban. No sé si era por el hecho de que se transformaban, o que tenías un robot que representaba tu número favorito o las iniciales de tu nombre y apellidos…..pero el caso es que tenían su magia. Tanto así que en mi clase del cole eran pocos los que no tenían encima del pupitre el suyo.
Es por eso que tras recordar los 10 juguetes navideños que marcaron mi infancia, el número 11 serían sin duda éstos; y a modo de homenaje, va este Retro Análisis, esperando que les haya gustado a todos los nostálgicos que como yo disfrutaron de este fantástico producto.
Os dejo algunas imágenes y un vídeo que he encontrado con las transformaciones de los Numerobots.